En el Colegio, con el personal docente y alumnos, festejamos e hicimos especial recuerdo de la elevación a los altares de Sor María Antonia de Paz y Figueroa – Mamá Antula – quien resulta la primera mujer argentina santificada. Se rinde así homenaje a la memoria de una santiagueña, que, cuando expulsan a los Jesuitas del Virreinato, empieza su obra de apostolado peregrinando. Y siente el llamado de sostener los ejercicios espirituales según las reglas de San Ignacio, buscando su extensión y promoviendo sus beneficios. Caminando desde Santiago del Estero y llegando Sor Antonia a Buenos Aires, quiso dar los ejercicios y tuvo que tener la paciencia de conseguir del virrey Vértiz y del Obispo de la época, el permiso para producir la apertura de la casa de Ejercicios espirituales. Fue una mujer decidida que decía siempre: ‘La paciencia es buena pero mejor la perseverancia'»
En ocasión de la celebración de su canonización, el Papa Francisco resaltó en su homilía que Mama Antula personificó una «caridad oculta de la vida cotidiana», la que no busca la aprobación pública, sino que se caracteriza por la «cercanía y la discreción».
«Y hoy pensamos en María Antonia de San José, Mamá Antula, ella era una vagabunda del espíritu. Viajó miles de kilómetros a pie, a través de desiertos y caminos peligrosos, para traer a Dios. Ella es hoy para nosotros un modelo de celo y de audacia apostólica». Su imagen acompaña nuestra tarea cotidiana en el Colegio, esperamos que nos inspire afán evangelizador.
Bendecir la incipiente vida nueva.
3 abril, 2024
11:51 am
Con frente a nuestro proyecto esperanzador y repetido a través de estos últimos años, el viernes 22 de marzo se ha realizado un gesto que une a la dulce espera – experiencia santa de la Virgen María – a las embarazadas de nuestro Comunidad, en la proximidad de la fiesta de la Anunciación
