Hemos planteado muchas veces que es a través de la transmisión de valores, de conocimientos, hábitos, costumbres y formas de actuar, que va operando el proceso educativo, entendido en su forma más elemental, como un proceso por el que formamos o instruimos. Se trata de orientar o encaminar a nuestros alumnos hacia la plenitud de su potencial intelectual, creativo, físico y moral. En nuestro Colegio, preferimos hablar de información vocacional. Buscamos guiar, acompañar y reforzar en nuestros alumnos el conocimiento de sí mismos y del medio social, así como estimulamos una exploración de todas las ofertas que surgen desde los estudios superiores, sin perder de vista todas las consideraciones que hacen a la vocación según la condición de estado, incluyendo, por supuesto la vocación a la vida consagrada. La palabra vocación, proviene del latín vocare, esto significa, “llamado” o “acción de llamar”, comprendida ésta, como llamado hacia un fin. En ese proceso es mucho lo que puede hacer la propia familia. Ayuda mucho a aquellas acciones que impulsamos desde el Colegio, que el estímulo a este complejo y a veces laborioso proceso de búsqueda que deben realizar nuestros hijos, aparezca sostenido desde el hogar. Continuando con esta tarea planteada en torno a la información vocacional, los alumnos han recibido la visita de la Licenciada Giselle Flachsland, ex docente de la Casa en el área de Formación Religiosa y de Humanidades. Ella destacó que la elección vocacional es un proceso complejo y enfocó su análisis hacia aquello que supone la opción a la vida consagrada. Es bueno recordar acá, como creyentes, de la catequesis de S. Juan Pablo II, “- La actual escasez de vocaciones en algunas zonas del mundo constituye un desafío que hay que afrontar con decisión y valentía, con la certeza de que Jesucristo, que durante su vida terrena lanzó tantos llamamientos a la vida consagrada, sigue dirigiéndolos aún en el mundo actual, y obtiene a menudo respuestas generosas de adhesión, como muestra la experiencia diaria. Dado que conoce las necesidades de la Iglesia, no cesa de dirigir su invitación: Sígueme, en especial a los jóvenes, a quienes su gracia hace sensibles ante el ideal de una vida entregada plenamente”. Suma mucho, entonces, este análisis tan valioso que llevó adelante la Lic. Flachsland, un aporte sustantivo al trabajo de orientación que pretende el Colegio.

Cada vez más necesario: acceder a información vocacional temprana.
El discernimiento vocacional es una labor difícil, no poca veces resistida o postergada entre los jóvenes.