Si bien estamos agredidos por todo aquel dolor que fluye desde los informativos, desde las imágenes de ficción, desde el dolor perturbador que se muestra en nuestras calles, no resulta sencillo explicar a los niños las situaciones que involucran padecimiento. Sabemos que, aún en los dibujos animados, aparecen situaciones de extrema violencia que incluyen las de la muerte. Nos toca iniciar a nuestros niños en una historia real, la de Jesús, despojado de todo, arrastrado a las peores violencias físicas y psicológicas, sometido a un juicio inicuo y muerto en Cruz. Nos referimos a un hecho real, hallándose la clave de su comprensión, en el valor redentor de todo ese dolor, como la más bella y valiosa historia de entrega que podemos referir. En el Jardín, con los alumnos de las salas de cuatro y cinco años, hemos recordado el camino de la Cruz, Su recorrido a lo largo de la vía que le llevó al Gólgota. Hacer las representaciones de varios episodios que marcaron ese doloroso trayecto, es instrumento valioso para que los niños, predilectos de Jesús, puedan comenzar a comprender, recordar y meditar estos hechos de la salvación que nos trae Nuestro Señor.

Convocados a acompañar al señor en Su Pasión.
Hoy día, el cine es un medio irrenunciable para la evangelización, asegura el cardenal Paul Poupard, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura.